La falta de agua potable ya no es solo un riesgo para la agricultura. Nuestro organismo también puede verse muy afectado ya que, como es bien sabido, la deshidratación severa es una de las principales causas de demencia y, en última instancia, del Alzheimer.
A continuación te ofrecemos una serie de consejos para ahorrar agua y evitar así convertirte en un anciano senil que no recuerde ni su nombre:
- Orinar en la ducha. Algunos países como Brasil llevan años aplicando esta medida y, siendo realistas, es algo que se hace en la intimidad del hogar desde hace siglos pese a que no está socialmente aceptado. La principal ventaja de mear en la ducha es que la orina beneficia la proliferación de hongos benignos entre los dedos de los pies, sobre todo en los meses de verano.
- No lavarse los dientes o hacerlo solo el fin de semana (antes de salir a pillar). Aunque el olor del aliento pueda resultar un poco molesto, evitar lavarse los dientes no supone ningún riesgo comprobado para la salud. Black is the new white!
- Beber exclusivamente agua del mar o reciclada de nuestro inodoro. Desde que fue presentado en la película Waterworld, la tecnología de reciclaje de orina convirtiéndola en agua no ha hecho más que mejorar. Si no te puedes permitir uno de estos sistemas de tecnología punta para tu inodoro, siempre puedes beber agua marina, una alternativa ecológica y simple, sobre todo si vives cerca del mar. Si no, ¡qué mejor excusa para planificar tus vacaciones a la playa!
- Ducha en seco. Los champús en seco ya se han convertido en un imprescindible en los baños de las influencers y ahora se amplía esta moda de la ducha en seco a todo el cuerpo. Utilizar productos como lejía o detergente para ducharte sin aclararlos después. Esto proporcionará un color rosado y un brillo especial a tu piel que podrás ver solo unos minutos tras la aplicación.
- Bañar a los bebés en sus propias heces. Cada vez son más los pediatras que recomiendan no bañar a los recién nacidos. Que los más pequeños defequen sobre sí mismos sin control es biológicamente normal. Esto permite mantener su piel limpia, húmeda e hidratada por su efecto desinfectante.
- Comprar platos nuevos en vez de fregarlos. No solo ahorrarás agua sino que la piel de tus manos se verá beneficiada y ganarás minutos para la siesta, lo que te permitirá estar mucho más descansado.
- Leer más a Dostoyevski. Básicamente el tiempo que vas a dedicar a intentar entender cada una de las profundas y complejas reflexiones de su obra te hará mantenerte lejos del agua. Esto también se puede aplicar a los libros de Jorge Luís Borges y la biografía de María Teresa Campos.
Estos son algunos de los consejos que ya seguimos en la redacción de Gaceta Global con beneficiosos resultados tanto para nuestra economía como para la salud del planeta. Y tú, ¿qué medidas aplicas para combatir el cambio climático?