Un estudio presentado esta semana por la Universidad de California demuestra que los niños que hacen bullying son más felices y tienen más posibilidades de éxito en la vida.
Según este estudio, los bullies son más comunicativos con sus padres ya que cuentan con más tiempo libre para desarrollar su personalidad. La psicóloga estadounidense, Mary Joyce, comenta: "Como no tienen que hacer sus propios deberes, los bullies o matones, dedican más tiempo a desarrollar su creatividad y establecer redes de contactos mucho más sólidas que las de los niños que se encierran solos en sus cuartos a hacer sus tareas y las de los demás".
El ex ministro de educación, José Ignacio Wert declara al respecto: "La ley de educación de la LOMCE contaba con un apartado específico sobre este tema dentro de la asignatura de religión. En ella podían aprender de la ira de Dios y de grandes matones de la historia como Herodes. Pero ni si quiera nos dieron la oportunidad de ponerla en práctica. Hemos perdido una generación".
"No hay que condenar el bullying, como se ha estado haciendo estos últimos años. Hemos comprobado que no solo es bueno para los matones. Los que reciben abusos forjan a lo largo de los años una personalidad más fuerte y comprensiva que les ayudará a sobrellevar proactivamente todas las horas extra que les encarguen sus jefes en el futuro, con las posibilidades de ascenso que ello conlleva", concluye Joyce.
En el informe presentado, la teoría se sustenta a través de los ejemplos de grandes personalidades que han llegado al poder de forma democrática sin dejar de maltratar a la gente, como el actual Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump o Hitler.