En una semana en la que Cataluña estrena su nuevo impuesto al azúcar, el Gobierno de la Comunidad de Madrid se posiciona en contra de esta medida eliminando absolutamente todos los impuestos a los productos azucarados.
Así, desde ahora en Madrid será posible encontrar latas de Coca-Cola con un IVA inferior al de productos de higiene de primera necesidad como las compresas o tampones.
"Era una medida necesaria", confiesa la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, "Estamos convencidos de que Cataluña no persigue la salud de su población. Esto es solo una estrategia más para distraernos de sus movimientos políticos y conseguir la independencia".
Según Cifuentes, los catalanes más golosos serán más que bienvenidos en Madrid ya que, como confiesa: "Si no les convencen las políticas españolas lo hará nuestra dulzura".
Desde Cataluña, Gabriel Rufian de Esquerra Republicana ha querido hacer su contribución al asunto: "Esta jugada del Gobierno Madrileño es como ametrallar a un oso perezoso indefenso ante los ojos de la comunidad internacional".
Albert Rivera, siempre conciliador, se ha postulado como intermediario en la lucha por el azúcar entre las dos Comunidades Autónomas: "Lo mejor es que todos dejemos este producto de lado. Así ni unos ni otros se podrán beneficiar políticamente de él. Mientras tanto, si lo que quieren es endulzarse la vida, ya saben que hay otro tipo de productos blancos de lo más divertidos".
