Dada su contrastada experiencia a la hora de arruinar bancos, Rodrigo Rato, exdirector del FMI, se ha postulado como el candidato ideal para llevar a la quiebra a tan loable institución, malversando los alimentos donados para beneficio de su propio buche. El exministro del Partido Popular considera que: "Al fin y al cabo no hay tantas diferencias entre el sistema monetario y financiero internacional y el digestivo".
Tras pasar auténtica hambruna durante su periplo carcelario, el exmandatario internacional tomó conciencia de la necesidad de resolver sus problemas alimentarios y así asegurar su soberanía nutritiva.
Entre las medidas que promete en su programa, caso de ser elegido para el cargo, están la autorización y la promoción del uso de tarjetas Black Africa, que permitirán recolectar el diezmo de los empobrecidos campesinos africanos, cuan caudillo feudal. Según sus propias palabras, hay crisis humanitarias que no se deben pasar por alto, y la de su estómago es una de ellas, más aún cuando su bolsillo ha quedado horadado tras la pérdida del 0,3% de su patrimonio ilegal.
No obstante, Rato deberá competir con otros candidatos de reconocido prestigio como Robert Mugabe, Phil Banks o el Tío Gilito.