Se recrudece el enfrentamiento entre cárteles de Ciudad Juárez por el control de la distribución de libros comunistas

La sangrienta lucha entre el cartel de Juárez y el cartel de Sinaloa por la lucrativa ruta que da acceso directo a Estados Unidos se ha vuelto a hacer palpable

En Ciudad Juárez impera la ley de la violencia literaria. Cada día, docenas de hombres pierden la vida al chocar directamente con los intereses de sus rivales: hacerse con el control de la distribución de libros comunistas que diariamente consumen miles de nortemericanos en diferentes puntos de Estados Unidos.

Y es que el mercado negro de la literatura comunista en el país americano es de dimensiones descomunales (3 de cada cuatro americanos admite haber leído alguna vez en su vida algún que otro libro comunista).

"Mi adicción al comunismo comenzó cuando en el colegio, un chico con barba, gafas y una sospechosa apariencia hipster, me dió a probar 'Manifiesto Comunista' de Karl Max, y desde entonces estoy enganchado a este tipo de literatura. Mi vida se ha arruinado, he perdido a mi novia por querer compartirla con todos, mi trabajo y mis padres quieren encerrarme en un centro de desintoxicación de quimeras", afirma James del Jaco, un toxicómano residente en El Paso.

Este es tan sólo uno de los miles de desgarradores testimonios que la ACIM (Asociación Contra Ideas Marxistas) publican en su boletín oficial para concienciar a miles de jóvenes de que el comunismo no es una opción saludable. Mientras que muchas personas ven esto como una tragedia irremediable, al otro lado de la frontera muchos traficantes de libros se lucran a través de este cuanto menos cuestionable modelo de negocio.

Los cárteles mexicanos que operan en Ciudad Juárez lo saben bien y es por eso que luchan encarnizadamente por el control de la ruta que da directamente a Estados Unidos, donde pueden vender a menos de dos dólares la unidad, libros tan peligrosos y adictivos como "Contribución a la crítica de la economía", "El estado y la revolución" y "Tu ano para el prójimo".

El lucrativo negocio ilegal de la literatura comunista está en auge y al parecer la policía y el ejército mexicanos poco pueden hacer, ya que cada vez que incautan miles de libros a través de desarticulación de imprentas clandestinas, nuevas han sido montadas por grupos rivales, lo que hace muy difícil la tarea de erradicar este tipo de actividad perniciosa para la salud pública.

Sin ir más lejos, hace tres días se incautaron 500 ejemplares del libro "Lo mío es tuyo, y lo tuyo es mío" junto a 5 pistolas de plástico y 20 globos de agua que estaban a punto de ser utilizados. Se detuvo a 15 personas que ofrecieron una feroz resistencia al escupir contra los efectivos de la policía versículos que incitaban la abolición de clases sociales y el estado.