La sorpresa y el estupor han protagonizado hoy la ceremonia de selección de la Capital Artística Mundial 2017. Grandes ciudades como París, Los Ángeles o Singapur se disputaban el título frente a otras más pequeñas como Cáceres o Olztyn (Polonia). Lo que nadie esperaba es que el emplazamiento ganador fuera Akobo, un pequeño pueblo de Sudán del Sur.
Este pueblo, situado cerca de la frontera con Etiopía, presentó el proyecto más completo. La estabilidad de su gobierno, formado por 11 tribus; su gran oferta musical, basada en instrumentos de percusión y la calidad de la moda, hecha con donaciones de parroquias de todo el mundo; la convierten en todo un referente cultural mundial que quedará destacado durante el 2017.
Según los delegados de la organización Cultura Capital Mundial: "Akobo nos ha gustado tanto que hemos decidido trasladar ahí el Festival de Cine de Cannes". Este anuncio ha generado gran descontento en la localidad francesa donde grandes cadenas de ropa y joyería de lujo ya han comenzado a ser sustituidas por bazares chinos.
Los 1000 habitantes de este pequeño pueblo están encantados con el nombramiento ya que, como comenta el concejal de cultura del ayuntamiento, Awal Anyang: "Antes solo venían a visitarnos ONGs y gacelas, pero ahora también podremos incorporar miembros de la ONU y hipsters a nuestra dieta".