Donald Trump, partidario de reinstaurar la ley seca en el desierto de Arizona

Además, también cerrará todos los restaurantes McDonalds ya que, según sus palabras, está: “Harto del puto granjero 'Old McDonald' y su canción”

El Presidente de EE. UU., Donald Trump, ha vuelto a sorprender esta semana con una de sus estrambóticas leyes. En esta ocasión, su plan es reinstaurar la ley seca en el desierto de Arizona.

Con esta medida, Trump se desmarca de las críticas del G-7 que le acusan de negacionista con el cambio climático. "Vamos a cerrar el grifo del botellón en las reservas de indios americanos. Así conseguiremos dos objetivos muy necesarios actualmente. Por un lado acabar con la plaga de los indios y, en paralelo, frenar el calentamiento global", declara Orangina en mano, mientras lanza un guiño cómplice a Emmanuel Macron... y a su mujer.

En declaraciones off the record, el presidente ha confesado que la idea de todo la tuvo su mujer, a quien, pese a las múltiples críticas que recibe por el trato que le da, considera una intelectual incomprendida… por el idioma.

Scott Pruitt, director de la Agencia Medioambiental y también negacionista del cambio climático, asegura que este método está totalmente contrastado. "Yo mismo hice la prueba en el baño de mi casa", confiesa, "Me encerré durante semanas sin beber y vi cómo el ambiente se volvía más húmedo. ¡Incluso llegó a producirse una precipitación con granizo!".

Según el director, lo que antes era un baño consistente en poco más que una ducha sencilla, lavabo y meódromo, se acabó convirtiendo en el hogar de vida primitiva como el propio Pruitt y las bacterias, hongos e insectos que se hicieron con el gobierno de la situación a los pocos días.