El pasado miércoles la localidad de Villa Dolores de Mencía, Córdoba, vivió uno de los episodios más sangrientos de los últimos años. Un hombre enfermo de esquizofrenia se ensañó con el edificio del orfanato local resultando en la muerte de los 54 niños internados.
Este hombre, conocido bajo las siglas F.V.E., acababa de escapar de un psiquiátrico y, según los testigos, comenzó a gritarle a las paredes y a dar golpes a las puertas. Según José García, vecino de la zona: "Iba caminando por la calle tan normal cuando ha empezado a gritar: "¡Deja de acosarme!, ¡No es no!". En ese momento ha empezado a dar patadas al orfanato hasta que ha sacado un cuchillo que tenía en la chaqueta y se ha dirigido dentro. Ahí es donde ha debido de ponerse a matar a los críos".
"Este hombre está claro que estaba loco pero algo de razón tenía", declara Héctor Sánchez, teniente de la Guardia Civil, "Esta no es la primera persona en denunciar casos de acoso por parte del orfanato. Era un edificio muy raro. De hecho, los niños que vivían ahí eran proclives a realizar actos de bullying contra viandantes aleatorios, especialmente ancianos y embarazadas. No descartamos liberar a este hombre ya que es posible que su ataque fuera simple autodefensa".
Este hecho vandálico ha sacado a la luz el problema de fondo que tenía ese orfanato. Al intentar dar con los encargados, las autoridades se han percatado de que no existían y que estaba regido bajo un sistema despótico feudal gobernado por el niño más antisistema y "con más huevos".
"La gestión autosuficiente de esos niños debe ser un ejemplo para todos" ha comentado Pablo Iglesias sobre el caso, "Esta claro que este ataque ha sido orquestado por la casta, que no tolera los comunismos autoritarios como Venezuela o mi comunidad de propietarios".