"Es un atraco a mano armada", se queja Mahmoud, con un refinado acento británico, en un mensaje de voz por WhatsApp. "Cada vez que intentamos organizar una quedada o una incursión, nos dejamos la paga semanal en tan solo un par de llamadas".
Mahmoud no es el único combatiente de Estado Islámico descontento con la situación de las telecomunicaciones en el mismo: "Cada uno de nosotros procede de un lugar distinto y trae su móvil con su número. El problema surge cuando quieres hablar con alguien, por ejemplo para asistir juntos a una decapitación y caes en que él tiene un número sueco o argelino o vete a saber de dónde, y ya te estás gastando las perras en llamadas internacionales". Con Mahmoud ya son más de 7.000 los islamistas que han firmado una petición en la plataforma Change.org para que su nación posea un prefijo telefónico propio y así evitar sobrecargos en sus tarifas móviles.
En un email cifrado, Omar ibn Ibrahim al-Nazal, director de la agencia de noticias islamista Amaq, explica la situación: "Nuestros jóvenes se ven obligados a aprovechar cualquier red wifi, por débil que sea, con tal de evitar hacer llamadas normales. Esto causa serios trastornos logísticos, ya que se dan casos de combatientes que colocan explosivos en lugares poco estratégicos para así no dañar ningún router cercano. Nuestro Ministerio de Propaganda, Comunicaciones y Hacking ha solicitado en numerosas ocasiones a la UIT un prefijo propio, pero nuestros esfuerzos diplomáticos están siendo ignorados". Omar se refiere a la Unión Internacional de Telecomunicaciones, con sede en Ginebra, que es el organismo encargado de atribuir prefijos internacionales. Omar concluye su email con un molesto gif que reza "الله أكبر" (Al·lahu akbar, "Alá es el más grande") en Comic Sans y en negrita, alternando distintos efectos de WordArt.
Houlin Zhao, director de la UIT, ofrece una versión distinta de los hechos en un comunicado remitido a los principales medios internacionales, entre otros Gaceta Global. "Solamente hace falta rellenar un formulario que se puede descargar en PDF desde nuestra página web. Lo que no nos gusta es esa actitud pasivo-agresiva que tienen y esos mensajes que nos envían cada vez que cometen un atentado: "'Hoy han muerto 13. Consideradlos 13 solicitudes más'. ¡Esto no funciona así!", exclama el Sr. Zhao en su texto. "Es tan fácil como enviarnos los formularios correctos por carta o por fax, o si hace falta quedamos para un café y se los relleno yo mismo, pero basta ya de esta confusión. A veces pensamos en registrar los cadáveres de las víctimas por si hubieran ocultado los documentos en sus bolsillos, pero sospechamos que nos pueden estar tomando el pelo. ¡Respeten la burocracia establecida!", añade Zhao.
Entre tanto, diversas compañías telefónicas se disputan el futuro mercado de Estado Islámico, cuya joven población presenta un gran potencial de consumo móvil. La alemana 1&1 ya planea ofrecer una tarifa con la cual los usuarios podrán canjear infieles asesinados por minutos de llamada o por megabytes de datos.
