Todo empezó con una apuesta. El individuo, de orígen vasco, fue retado con un "no hay huevos" a convertir la tradición de las uvas en un guiño a Chiquito de la Calzada. Cada ingesta debía venir precedida por una típica expresión del cómico andaluz: "aguan", "apeich", "agromenagüer", "no puedor"... Así hasta llegar a 12. Además, el reto consistía también en finalizar la ingesta de cada uva con movimientos característicos "chiquitistanes". A estas horas, el hombre va por la uva número 8.
En relación a este caso y en declaraciones a Gaceta Global, la tía Toñi ha manifestado que "menos mal que no le ha dado por hacerlo con gajos de mandarina".