A unas semanas de las tradicionales cabalgatas de Reyes, la polémica vuelve a salpicar a los ayuntamientos liderados por Podemos. En un congreso extraordinario del partido se ha decidido por amplia mayoría que la figura de los Reyes Magos se sustituirá por refugiados sirios.
Desde el Partido Popular ya han mostrado su descontento. Según Soraya Sáenz de Santamaría: "Están jugando con las ilusiones de los niños para colar a pobres y terroristas en nuestras ciudades. Este año en vez de dejar regalos seguro que estos ladrones entran en nuestras casa a robarnos".
"No entendemos a qué viene tanta queja", confiesa Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, "los Reyes son gente que viaja desde lejos, saliendo de oriente, igual que nuestros queridos refugiados". Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, declara que ellos tenían otros planes: "Nosotros en realidad lo que queríamos es celebrar el Equinocio de invierno con fuegos artificiales. Como esta gente de Siria es experta en explosiones pensamos que quedaría mucho más vistoso".
De entre todas las declaraciones sobre el tema realizadas por miembros del PP, sorprendentemente Esperanza Aguirre es la que se ha mostrado mucho más conciliadora: "No estamos en contra de que traigan refugiados, lo que queremos es que tengan un papel más acorde como el de los niños de la matanza de Herodes".