La española S.B.J., conocida por sus problemas con las diferentes variantes del español ha vuelto a caer víctima de otra confusión lingüística. Tras ser liberada en México, S.B.J. continuó su viaje de mochilera por Latinoamérica con rumbo a Chile.
Es en este país donde, al entrar en una pescadería, preguntó si las pijotas estaban más baratas y comentó lo fáciles que eran de coger las truchas en el país. "No podía creer lo que me estaba diciendo con esa tranquilidad", comenta la pescadera que, casualmente, forma parte de un colectivo indígena pro LGTB, "Inmediatamente llamé a la policía para que se hicieran cargo de ella. No se puede ir hablando de esa forma en un país tan moderno como Chile".
La española, sin percatarse de lo que estaba pasando continuó hablando de las coquetas y las caracolas destacando, entre risas, que ella "se lo comía todo", algo que ha hecho que este suceso se convierta en conflicto internacional.
Carlos Robles Fraga embajador de España en Chile comenta: "El caos es tal que aún no hemos podido sacarla de la pescadería. La tienda se encuentra rodeada de un grupo de unos 18.000 jóvenes varones que gritan "a mí, a mí", para que cumpla con los servicios que asegura dar. Y no solo eso, los gritos se mezclan con las asociaciones de feministas que no paran de corear cánticos como "ni truchas ni caracolas, mi coño se merece una ola".
Las negociaciones para su repatriación están paralizadas porque la española, pese a las recomendaciones de sus consejeros legales, ha declarado a la televisión nacional Chilena que: "Como en España no se come en ningún lado", lo cual ha aumentado la crispación internacional y causado el caos en los aeropuertos en los que miles de varones Chilenos intentan viajar a España para conseguir los servicios que, según aseguran "no trajeron consigo los conquistadores Españoles cuando vinieron a robarnos nuestras mujeres y traernos la religión verdadera".
